Como iniciativa de un pescador artesanal, el Sr. Alberto Granja, quien buscaba una alternativa de trabajo alejado de la pesca, y con el apoyo de CONAUTO C.A.; en octubre de 1999 nace la idea de implementar un proyecto tendiente a preservar y precautelar los ambientes terrestres y marinos de las Islas.
La visión de ambos se dirigió a establecer qué sucedía con los aceites usados generados por el parque automotor y las embarcaciones de Santa Cruz. Tras investigar se determinó que parte de estos productos eran vertidos directamente al mar, otra se arrojaban en grietas con lo que, por filtración se contaminaban los acuíferos existentes y al final terminaban en el mar con los consiguientes daños ambientales.
Es así que en febrero del 2000, tras la redacción de un anteproyecto, que se presentó a las principales instituciones gubernamentales y ONG con base en las Islas; da inicio RELUGAL, Plan de Recolección de Lubricantes Usados en Galápagos.